Ayer me abracé con mi vecina
Tiene 18 años recien cumplidos. Es bellísima y la he seguido la pista desde que tenia 10. A ver, es mi vecina.
Y ahora es una mujer. Que interesante.
Podría poner en este blog mis mil poesías de mi tiempo antepasado. Y entonces este blog debería llamarse pasado y no poesía. Y ya tenía ganas de poner algo.
Tengo tres cosas que poner, pero esta va a ser la primera.
Hacía mucho sol, un día hermoso y ella salió de su casa justo cuando yo pasaba. En ese momento mismo ya no era la vecinita, para convertirse en una mujer de carne y hueso. Mil veces más hermosa que el día, que la noche y que el pasado. Que la niña que fue.
Y va por ella, no se ni qué brotará de mis dedos curtidos mientras acaricien el teclado. Los mismos dedos de las mismas manos, que unidos a mi cuerpo por los mismos brazos, ayer por fin a ella se abrazaron.
He pasado por mi calle, la he dejado y me la he vivido entera
Con paso tímido al principio y después con los pies descalzos
He roto el trato que se hace con la noche de los años
Con ella y el diablo, la calle he recorrido
Mucho tiempo y mucho espacio, desde el nunca jamás
Voy siempre al mismo sitio y no tengo dirección
Sin preguntarme nunca si aparecería un angel, un perro o un destino.
En el vacio de mis ojos, veo rotos mis tratos y el diablo se ha ido
Para dejarme ser yo mismo: desconocido. Si, Bob
Como un Rolling Stone.
Pero a mi no me han hecho trucos para hacerme sonreir
Hasta hoy, Bob.
No había descubierto que nadie fuera lo que no es
Hasta hoy, Bob.
Ni he visto a nadie irse después de robarme todo lo que le pudiera dar
Sin que ellos me vieran igual a mi.
Se bien la dirección a ningún sitio. Bob.
Ruedo sin nombre hacia ella, por mi calle, donde viven las princesas
Estoy distraido, no puedo negarlo, tio
Porque vago por ahí, sin dirección a un hogar
Y ni siquiera me conozco a mi mismo.
Pero no me fio de los gatos, no
Como un perro, un perro sin dueño, que sigue siendo fiel
Aunque hurga en la basura, buscando su comida
Aún depende de si mismo.
Así mis patadas me las llevo yo, solo yo
Porque no he conseguido nada, no tengo nada que perder
¿Cómo me siento?
¿Cómo me siento, Bob?
Soy yo mismo, no quiero una dirección
Erase una vez, que las princesas no estan predestinadas
No como yo.
Ahora he abrazado lo que pude ser, y ya no me siento tan orgulloso
No se como me siento, no.
Bajo mi calle, ruedo por ella, contigo en la mente, Bob.
Soy un perro mendigo y he roto mis tratos del pasado
Atrás se quedó todo, con sorisas y con espíritus que van
A parar al destino, a terminar antes de emepezar
Pero la he abrazado, y no es duro descubrirlo
No es lo que pensaba que era, me he estado robando lo que podría ser.
No tengo dirección
Soy un completo desconocido
Soy un canto rodado
Y ella es una ilusión.
Así que dime: ¿Que hago ahora?
Dimelo tú, Bob, siempre hablas demasiado
Dime ahora que hago
Dime: ¿Cúal es la canción?
¿No será que tu también eres un perro, Bob?
Y ahora es una mujer. Que interesante.
Podría poner en este blog mis mil poesías de mi tiempo antepasado. Y entonces este blog debería llamarse pasado y no poesía. Y ya tenía ganas de poner algo.
Tengo tres cosas que poner, pero esta va a ser la primera.
Hacía mucho sol, un día hermoso y ella salió de su casa justo cuando yo pasaba. En ese momento mismo ya no era la vecinita, para convertirse en una mujer de carne y hueso. Mil veces más hermosa que el día, que la noche y que el pasado. Que la niña que fue.
Y va por ella, no se ni qué brotará de mis dedos curtidos mientras acaricien el teclado. Los mismos dedos de las mismas manos, que unidos a mi cuerpo por los mismos brazos, ayer por fin a ella se abrazaron.
He pasado por mi calle, la he dejado y me la he vivido entera
Con paso tímido al principio y después con los pies descalzos
He roto el trato que se hace con la noche de los años
Con ella y el diablo, la calle he recorrido
Mucho tiempo y mucho espacio, desde el nunca jamás
Voy siempre al mismo sitio y no tengo dirección
Sin preguntarme nunca si aparecería un angel, un perro o un destino.
En el vacio de mis ojos, veo rotos mis tratos y el diablo se ha ido
Para dejarme ser yo mismo: desconocido. Si, Bob
Como un Rolling Stone.
Pero a mi no me han hecho trucos para hacerme sonreir
Hasta hoy, Bob.
No había descubierto que nadie fuera lo que no es
Hasta hoy, Bob.
Ni he visto a nadie irse después de robarme todo lo que le pudiera dar
Sin que ellos me vieran igual a mi.
Se bien la dirección a ningún sitio. Bob.
Ruedo sin nombre hacia ella, por mi calle, donde viven las princesas
Estoy distraido, no puedo negarlo, tio
Porque vago por ahí, sin dirección a un hogar
Y ni siquiera me conozco a mi mismo.
Pero no me fio de los gatos, no
Como un perro, un perro sin dueño, que sigue siendo fiel
Aunque hurga en la basura, buscando su comida
Aún depende de si mismo.
Así mis patadas me las llevo yo, solo yo
Porque no he conseguido nada, no tengo nada que perder
¿Cómo me siento?
¿Cómo me siento, Bob?
Soy yo mismo, no quiero una dirección
Erase una vez, que las princesas no estan predestinadas
No como yo.
Ahora he abrazado lo que pude ser, y ya no me siento tan orgulloso
No se como me siento, no.
Bajo mi calle, ruedo por ella, contigo en la mente, Bob.
Soy un perro mendigo y he roto mis tratos del pasado
Atrás se quedó todo, con sorisas y con espíritus que van
A parar al destino, a terminar antes de emepezar
Pero la he abrazado, y no es duro descubrirlo
No es lo que pensaba que era, me he estado robando lo que podría ser.
No tengo dirección
Soy un completo desconocido
Soy un canto rodado
Y ella es una ilusión.
Así que dime: ¿Que hago ahora?
Dimelo tú, Bob, siempre hablas demasiado
Dime ahora que hago
Dime: ¿Cúal es la canción?
¿No será que tu también eres un perro, Bob?
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